Texto: Antonio García Cabezalí. Fotos: Selfies de Carlos Galán
Hay, en todo grupo de amigos, alguien que tiene la voz como Carlos Galán. Si no le habéis escuchado nunca, hacedlo en este podcast, por ejemplo, y me daréis la razón.
Es un hecho inconexo con lo que viene a continuación pero también un homenaje a la forma en la que Carlos ha hecho las cosas a lo largo de su vida: casualidades, amistades, detalles y sextosentidos.
Empresario porque no le quedó otro remedio. Como ese hijo, que iba para ingeniero industrial, que toma el relevo de la ferretería de su difunto padre en Beasain y la convierte en multinacional.
Porque, en ese momento, pasaba por allí pero, además, porque era justo y necesario.
Empezó con un fanzine homónimo cuando aún la CCCP nos apalizaba al basket y estamos en 2023.
La música de calidad en España no se entiende sin él. Las noches de entrar a casa sin golpearse contra los muebles, como por arte de magia, levitando, tampoco.
El punk, el hardcore, el indie…ponedle el nombre que queráis. Nadie que no haya vivido en una cueva no habrá tarareado alguno de los éxitos que llevan su sello. Dover, Nena Daconte, Australian Blonde, Manta Ray, Fangoria, Niña Polaca, Viva Suecia…Un ejército de guitarras y estribillos para jóvenes y adultos con síndromes de Peter Pan.
Subterfuge es la discográfica por antonomasia y a la hora de escribir estas líneas no se ha hecho aún ninguna docuserie sobre su historia. Algún director de contenidos está haciendo mal su trabajo porque la nodriza ha parido una radio, un podcast y algunas cosas más.
Nunca lo dijo pero me imagino a Carlos susurrándome esto al oído, mientras me adentro en un campo de maíz: “Ponte unos vaqueros negros, cálzate las converse y disfruta currando como un cabrón”.
Una entrevista con Carlos Galán. Recomendamos visitar su canal de youtube y subir el volumen muy alto mientras lees.
Bienvenido a la banda sonora de mogollón de peña.
P: Un sitio al que irías (o acaso ya vas) a comer a diario, que no sea la casa de tu madre.
R: Hevia en Madrid. Me siento siempre como en casa. Excelente servicio y conjunción perfecta entre género y cocina.
P: Pides un vino en una comida para cerrar un contrato importante. El vino tiene algo de corcho pero el restaurante no lo has elegido tú. El cliente tiene el boli en la mano y se dispone a firmar ya ¿Levantas la mano y pides que te lo cambien o te lo tomas e incluso lo alabas como “vinazo”?
R: No lo alabo como “vinazo”, pero sí que te puedo decir que en algún momento de duda, he optado por bebérmelo.
P: ¿Cuándo empezaste en esto del vino, podríamos decir que fue tras el tercer cambio de sede de Subterfuge o te acompañaba desde los inicios?
R: Totalmente. Llegué al vino de manera comprometida cuando ya llevaba unos años con Subterfuge, sí.
P: Un vino para brindar por un éxito y otro en el que refugiarse tras un fracaso.
R: Para celebrar siempre un champagne, un Louise Brison 2002 por ejemplo. Para un fracaso mi tinto favorito, “Finca Míllara” de Bodegas La Míllara, en la Ribeira Sacra.
P: ¿Usas Coravines o descorchas y liquidas en esa mismo día?
R: Siempre en el mismo día. Si la abro, cae 100%.
P: ¿Cuántas referencias de vino tienes en casa?
R: Siempre entre 20 o 25, a veces un pico de más, otros de menos, pero por ahí anda.
P: ¿Hay algo más indie que beber vino? No incluye ser torero.
R: Jajajaja, pues mira, igual investigar en la búsqueda del torrezno perfecto.
P: Y sobre copas…¿inviertes en ellas o usas las que pilles? ¿Marca favorita?
R: Aquí no soy caprichoso. Intento tener buenas copas, pero aún no he entrado en marcas.
P: Vas a firmar a un joven Mick Jagger. Estás en tu despacho sobre una alfombra blanca. Mick, algo perjudicado, deja caer, distraído por los ceros del contrato, su copa de tinto sobre la alfombra. Nárranos el final de la historia.
R: Supongo que sería un buen vino, estando en mi casa, asi que le diría “Tú te lo has perdido, Mike”.
P: ¿Has hecho proselitismo vinícola con alguna de las bandas que lleváis, las cuáles, antes de conocerte, solo bebían Red Bull ¿Alguno de tus discípulos ha superado al maestro en cuanto a conocimiento y nivel de drinking?
R: Sí, siempre intento difundir las bienaventuranzas del vino, y en alguno ha cuajado. Y sin duda, a nivel de consumo, me han superado con creces muchos, aunque cada vez beben menos, eso es así.
P: Miguel Bosé, Serrat, Madonna o Jay Z. ¿En el ambiente indie hay bandas con bodega?
R: No, hay que gente que tiene buenas colecciones en sus casas, pero de ahí a poseer sus propios vinos, la verdad es que lo desconozco.
P: Los cuadros en un estudio de grabación/discográfica, ¿cuantos más mejor? ¿Son la seña indiscutible del síndrome de Diógenes que se repite como el de los bodegueros con sus botellas?
R: Absolutamente. El “hueco”, el “vacío” siempre es susceptible de ser rellenado por un cuadro o una botella.
P: ¿El indie es como el Jerez, se llega ya de adulto o simplemente es que no es tan bueno como creemos?
R: El indie es como el jerez, en el sentido de que hay buenos o malos, no es un género al uso, es una actitud, una forma de enfocar las cosas. En mi caso siempre apuesto más por lo “independiente” que por lo “indie”, pero lo daremos por válido.

P: ¿Sigues pasando por parques y parkings? Habrás notado que ya no hay kalimocho en los hígados de los jóvenes. Cómo ves estos cambios de paradigma tan brutales en cuanto al consumo de lo que es mainstream o no. De S.A. o Extremoduro pasamos a C. Tangana sin solución de continuidad. Cómo es tu visión del fenómeno.
R: Absolutamente. Los parkings ya no son lo que eran, y en los radiocasettes ya no suena lo que sonaba, pero supongo que es el paradigma de los tiempos. Personalmente me gustaba más S.A, pero también te digo que como padre, me siento más relajado.
P: He sido y soy habitual del Wurli, de la Maravillas, de la Vía Láctea, del puñetero Wild Thing. ¿Qué estoy haciendo mal?
R: Todo lo contrario, haces el bien. Yo estuve unos años yendo de lunes a domingo a La Vía Láctea y lo recuerdo como una de las mejores épocas de mi vida. La combinación música y bar es imbatible, necesaria.
P: Investigando sobre ti me encontré que lleváis a Soledad Vélez. La escuché una vez en Radio 3 y tuve que para el coche en la rotonda de la salida 19 de la A1. Acojonante. ¿Qué hace, según tú, que algo nos emocione, sea bebido o sonado?
R: Muchas cosas, en el caso de Sole como transmite. Pero bueno, es una cuestión común, es como “Niña Polaca”, ¿quien coño hace unas letras asi ahora?, esa es la magia, investigar y descubrir cosas que primero me emocionen a mi, las comparta, y consiga que otros perciban lo mismo.
P: ¿Por qué el indie suena inglés y el velo de flor, venga de donde venga, sabe al Sur?
R: Cuestión de procedencia, de tradición. Me gusta así.
P: ¿Qué morirá antes: la Iglesia, los toros o Rioja?
R: Buf, de entrada espero que ninguna. Quizás tenga menos afinidad con la Iglesia, pero hace el bien a mucha gente y por lo cual lo respeto. Los toros me flipan y Rioja nos ha hecho a todos mejores.
P: Sin querer meterte en un jaleo, por qué la calidad suele ser algo o bien underground o bien súper élite? Casi que en cualquier sector de la vida. ¿Por qué se llenan los 100 Montaditos o los conciertos de Estopa?
R: La masa tira al monte….bueno, en algún caso el marketing hace su función: precios populares frente a la media, pero en base a un género peor. Cantidad frente a calidad. Creo que extrapolable a música de masas, hostelería de garrafón y cualquier disciplina.
P: ¿Dónde vas a beber cuando quieres beber solo?
R: En cualquier bar de los que van quedando a mi alrededor, cada vez menos. Por ejemplo en “El Cisne Azul” de la calle Gravina, me encanta estar allí y charlar con Julian, su dueño, todo un sabio.
P: Los rockstar anglosajones tienen íntima relación con la bebida. Son prescriptores accidentales o, mejor dicho, groupies de sus licores favoritos. ¿Por qué los españoles no, o al menos no se ve tan directamente relacionado?
R: Sí, la verdad es que ha habido siempre menos exhibicionismo alcohólico aquí, pero vamos, he visto caterings de algún grupo muy killer….
P: ¿Quién ha provocado más resacas: Subterfuge o todo Marqués de Riscal?
R: Creo que ambos tenemos algún antecedente al respecto. Eso sí, los dos con la mejor de las intenciones, hacer disfrutar.
P: ¿Alguien te ha ofrecido hacer una etiqueta de vino al más puro estilo portada fanzinera?
R: Sí, lo que pasa es que se quedó en solo un proyecto. No obstante, te diré que para las etiquetas soy bastante clásico.
P: Hace 17 años aproximadamente, tuve una entrevista de trabajo con vosotros, que no cuajó. Después de eso me di a la bebida y vosotros seguís en la ola. Buenas decisiones.
R: Jajaja, pues me alegro mucho de que encontraras tu camino. La verdad es que sí, seguimos en la ola, pero también porque hemos aprendido a surfear con olas grandes, eso nos ha hecho más fuertes sin duda…
P: Entrar en radio fórmula es aún más difícil que entrar en la carta de vinos de un restaurante de los clásicos de Barrio Salamanca o Chamberí. ¿Por qué?
R: En el caso de las radio fórmulas porque han perdido cualquier estímulo de prescripción; ya no pintan nada, son “hilos musicales”. En el caso de las cartas de vinos, quiero creer que aún hay un hueco para la apuesta personal…
P: Un grupo que sea un Guilty Pleasure y que no te dé miedo confesar.
R: Muchos, pero quizás volver siempre los 3 primeros discos de “Police” me hace siempre feliz.
P: El rollo indie tiene una cosa que me flipa, suele tener unos coros que casan guay con mogollón de ultras tarareándolos como un ejército. Con algo que te incita a descorchar otra botella aunque ya es tarde. Algo de “a tomar por culo la bicicleta” ¿Te ocurre a ti también? En caso afirmativo, ¿crees que pueda deberse a un patrón de personalidad concreto?
R: Sí claro, yo creo que es una cuestión casi “ceremonial” de comunión, de vivir una experiencia colectiva que en muchos casos va a asociado, efectivamente, a un estribillo que engancha.
P: Y al hilo de esto, puede ser que el vino y el indie provengan de una estructura cerebral con el síndrome del miedo a irse a casa?
R: Me da que sí. Ambas cosas, sin llegar al exceso, siempre proporciona placer y ganas de disfrutar sin duda.
P: ¿Qué habías bebido el día que os hicísteis un simpa en un bar a la vuelta del concierto en Zaragoza con Catalepsy?
R: (RISOTADA), supongo que alguna litrona en la furgoneta y algún vino que pedimos para darnos fuerzas para salir corriendo.
P: Los vinos en lata, los tapones de rosca, ¿qué te parecen?
R: Un horror.
P: ¿Te veremos en Innoble?
R: Amo Innoble y a Armando (de Taberna der Guerrita) pero en esta edición no podré ir, por cuestiones de compromisos familiares, me hubiera encantado.